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    A continuación te presento algunas de las enfermedades que tratamos

ENFERMEDAD HEMORROIDAL

Todas las personas tenemos cojinetes hemorroidales, están formados por venas, arterias, tejido muscular y conectivo, tienen una función de protección y continencia. Existen múltiples factores y circunstancias que pueden llevar a que los cojinetes se enfermen, como actividad física intensa, malos hábitos en la dieta, malos hábitos defecatorios, entre otros. Los síntomas que se refieren principalmente son: dolor anal, sangrado, sensación de "bolitas" en el ano, comezón o prurito, y ocasionalmente sensación de evacuación incompleta o de prolapso (sensación de que algo se exterioriza hacia fuera del ano).

Las clasificamos en hemorroides externas e internas, complicadas o no complicadas con: sangrado, edema, trombosis, necrosis, entre otros; las internas tienen una subclasificación dependiendo del grado de prolapso, y van desde el grado I al grado IV. El diagnóstico es clínico, guiándonos en la entrevista y en la exploración, usando además algunos instrumentos que nos permitan revisar dentro del conducto del ano. El tratamiento puede variar dependiendo de que tan afectado esté cada caso, y puede ser conservador: con modificaciones del estilo de vida y algunos medicamentos, en algunos casos con procedimientos en consultorio (ligadura) y en los escenarios más avanzados requerir tratamiento quirúrgico.

FISURAS ANALES

Una fisura anal es una laceración de la mucosa del margen anal secundaria a un evento de estreñimiento o bien de diarrea, ocasionalmente puede ser secundaria a otras enfermedades, sin embargo la principal causa es por traumatismo de la mucosa. Se dividen en agudas y crónicas, las manifestaciones van desde dolor anal intenso, sangrado, y en la etapa crónica se observa también una hemorroide centinela y una papila hipertrófica. Las fisuras agudas responden adecuadamente al tratamiento médico, las crónicas muchas veces requieren tratamiento quirúrgico, ya que hay una banda hipertrófica en el esfínter anal interno que requiere ser liberada.

ABSCESOS

Los absceso anales son causados principalmente por obstrucción en el drenaje glandular a nivel de la línea dentada o línea de criptas, esa obstrucción genera infección y formación de material purulento, el cual puede acumularse en varios espacios que se encuentran a nivel anal, como lo son el perianal, isquioanal, supraelevador, post: diabéticos e inmunosuprimidos. Las manifestaciones son dolor anal difuso, aumento de volumen a nivel perianal o en la región glutea, aumento de temperatura local, cambio en la coloración a nivel local, fiebre, y en los peores escenarios ataque al estado general, hipotensión o datos de choque séptico, ocasionalmente puede haber drenaje espontáneo de material purulento y sanguinolento, lo cual disminuye el dolor. El tratamiento de un absceso consiste en el drenaje oportuno y antibioticoterapia, EL RETRASO EN EL TRATAMIENTO DE UN ABSCESO PUEDE DESENCADENAR COMPLICACIONES GRAVES.

FISTULAS ANALES

La fístula se considera la etapa crónica del absceso, está formada por un orificio primario (dentro del ano) y uno o más orificios secundarios (externos, en la región perianal), el origen en la mayoría de los casos es por inflamación y obstrucción de una de las criptas, aunque existen otras enfermedades que pueden manifestarse como fístulas anales.

Es un padecimiento que se presenta con mayor frecuencia en hombres, existen 4 grandes grupos: interesfintéricas (más común), transesfintéricas, supraesfintéricas y extraesfintéricas. El cuadro cínico normalmente implica un antecedente de un absceso que fue drenado de manera espontánea o planeada, y que persiste posteriormente un orificio por el que drena pus, sangre, moco o en raras ocasiones, materia fecal, acompañado de dolor, incomodidad al estar sentado, aumento de volumen a nivel local y fiebre.

El diagnóstico de la enfermedad es clínico aunque en ocasiones es necesario realizar algún estudio de gabinete , como el ultrasonido endoanal, que aporte información sobre el trayecto de la fístula o el origen de la misma.

El tratamiento siempre es quirúrgico, dependiendo de la complejidad de la fístula será la técnica empleada para su manejo, pudiendo ir desde el simple corte del trayecto (fistulotomía), la resección completa del mismo (fistulectomía), o en casos mas complejos, opciones como avance de colgajo, setón, o ligadura interesfintérica del trayecto.

SÍNDROME DE INTESTINO IRRITABLE

El síndrome de intestino irritable es un trastorno funcional digestivo que encuentra caracterizada por dolor abdominal mal definido y que está asociado con alteraciones en la defecación, (estreñimiento o diarrea), se presentan además distensión abdominal, flatulencias, nauseas, dispepsia, entre otros, tiene múltiples factores de riesgo tales como infecciones gastrointestinales, depresión, uso de estrógenos, es más frecuente en mujeres y en adultos jóvenes. Para poder considerar a un paciente como portador de S.I.I es necesario descartar otras enfermedades: infecciones, enfermedad inflamatoria intestinal, otros tipos de colitis, y es necesario que se cumplan los criterios de ROMA III, los cuales hablan del inicio de síntomas y de la mejoría de los mismos con las evacuaciones. Hay múltiples tratamientos médicos y terapias que pueden ayudar a su control, dependiendo del tipo de S.I.I. y de los síntomas que se presenten.

ENFERMEDAD DIVERTICULAR

Es un padecimiento del colon que se presenta principalmente en pacientes mayores de 50 años, en el que por un aumento en la presión intraluminal, se forman pseudodiverticulos (sacos), principalmente en el colon sigmoides y colon descendente. Existen factores que pueden predisponer a la formación de los mismos, tales como el bajo consumo de fibra, uso crónico de analgésicos no esteroideos, consumo de alcohol y tabaco, obesidad, sedentarismo, defectos en la colágena, entre otros.

Los síntomas inicialmente son inespecíficos, hay dolor abdominal tipo cólico, cambios en los hábitos defecatorios, distensión abdominal. Cuando se inflaman estos sacos se puede presentar también: fiebre, sangrado transanal tipo hematoquezia (rojo vinoso, mezclado con las heces), o rectorragia (sangrado rojo fresco), el dolor abdominal se intensifica, en ocasiones la manifestación es como obstrucción intestinal, hay taquicardia y datos francos de abdomen agudo. El diagnóstico es clínico y se soporta con estudios de gabinete como tomografía, colon por enema o colonoscopía, además de laboratorios para determinar si hay o no elevación en el conteo de leucocitos (células de defensa).

El tratamiento, una vez diagnosticada la enfermedad, consiste en modificar todos esos malos hábitos, incrementar el consumo de fibra y líquidos, reducción de peso, y algunos medicamentos. En los casos en que la sospecha de complicaciones es alta, amerita internamiento, antibióticos y reposo intestinal; cuando hay alguna complicación grave, tal como sangrado profuso o perforación con absceso pélvico o peritonitis, es necesario realizar una intervención quirúrgica.

CÁNCER DE COLON Y RECTO

El cáncer colorectal es la segunda causa de muerte por cáncer en los Estados Unidos, considerado como un problema de salud mundial, y que representa aproximadamente más de 51,000 muertes anuales. existen factores de riesgo como la edad, el sexo, la raza, historia familiar de cancer, polipos, enfermedades inflamatorias, tabaquismo, alcoholismo, dieta, obesidad, entre otros.

Los síntomas que se presentan son variados, y van desde modificaciones en los hábitos defecatorios, dolor abdominal inespecífico, sangrado en las heces, anemia, nauseas, vomito, pérdida de peso, obstrucción intestinal, hiporexia. Su detección oportuna implica que el paciente acuda a consulta prontamente, para su diagnóstico se puede hacer uso desde pruebas de materia fecal como sangre oculta en heces, dna fecal, o bien hacer estudios como la COLONOSCOPIA, Tomografía, Colon por Enema, marcadores tumorales, y en recto además ultrasonido endorectal o resonancia magnética.

El tratamiento es variable dependiendo de la Etapa clínica en la que se encuentre, la cirugía puede ir acompañada o precedida por quimioterapia y radioterapia.